Te explicamos al detalle todas las maneras de ponerte el accesorio con más estilo del invierno.
Un hombre sabe que la bufanda no sólo sirve para protegerse del frío. Cortesía de Burberry
Lo sabemos. A veces pasas frío en el cuello porque no eres capaz de ponerte una bufanda con algo de clase. No pasa nada. Este accesorio –adorado por Beau Brumell, entre otras figuras históricas– mal llevado puede ser como una especie de gatillazo de la moda. Unas veces sale bien y se integra con destreza fácilmente en el look y otras –desgraciadamente– sale mal y parece que llevas un rollo de papel higiénico en el cuello.
Lo primero que tienes que tener claro es que materiales como la lana o el hilo son fundamentales a la hora de llevarla. Pero, sobre todo, su función principal es la de abrigar. Y bueno, vale. Es cierto que te vamos a mostrar un par de maneras para llevarla de una manera más casual y menos funcionales, por eso de que domines todo tipo de variantes y posiciones sobre tu cuerpo.Integrada en el look
Getty Images.
Puede parecer una tontería pero encontrar una pieza que se pueda incorporar sin problema con el resto del prendas no es tarea fácil. Lo interesante, además de llevarla en un color que encaje perfectamente, es que pase desapercibida.
Que haya variaciones de tonalidad y texturas que te hagan ver que hay bufanda, pero de una forma discreta. Para ello lo que se suele hacer es llevarla apoyada en el cuell o pero con las puntas reposando por el frontal del cuerpo. Abrigo más chaqueta más jersey…. todo vale. Cuanto más juegues vestir a capas más elegante será este accesorio dentro de tu estilo. De forma desenfadada
AMI Paris / Getty Images.
Para este tipo de propuesta importa mucho el material del accesorio. A más fino, más fácil de triunfar. Nuestra recomendación es que busques una bufanda estrecha que sea de algodón delicado –cómo vimos en el desfile de AMI Paris– o que te atrevas con materiales como la seda para lograr el efecto Johannes Huebl.
Los estampados deben ser tradicionales y basados en la camisería. Imagina que es una corbata. Eso sí, en este caso el nudo para llevarlas es mucho más informal. Algo así como cruzado pero poco estudiado. Que parezca que te abriga cuando, en realidad, lo único que hace es decorar.Como si fuera un jersey de cuello vuelto
Getty Images.
El diseñador inglés J.W. Anderson lanzaba hace un par de temporadas cuellos de lana con cremallera para poner debajo de camisas o jerséis de cuello redondo. Ese mismo efecto es el que queremos conseguir llevando la bufanda de esta manera: q ue parezca que llevas un jersey de cuello vuelto.
Las chaquetas o abrigos que lleves deben poder abrocharse hasta arriba, ya sea con cremalleras o botones, para sujetar la bufanda.Jugar al despiste
Getty Images.
En esta ocasión la importancia recae sobre el estampado y no tanto sobre cómo anudar la bufanda. O bien con un cruce generoso en el pecho o tirada en el cuello con el simple gesto de mover la parte de la bufanda izquierda sobre la derecha, la bufanda estará integrada en el estilismo. Lo importante es que los colores o estampados que elijas para el accesorio se difuminen o integran dentro del resto de prendas. ¿Cómo se consigue? Pues combinando cuadros sobre cuadros, rayas sobre rayas o amarillo sobre amarillo. No hay más misterio. Una especie de ‘Donde está Wally’ pero en versión bufanda. Camúflala.Sobre el hombro
Getty Images.
Y en tamaño oversize. Aquí el tamaño sí que import a porque la idea es que sea como si llevaras una manta –de esas gorditas y cálidas– sobre el hombro. Cuanto más grande mejor pero para llevarla el secreto está en doblarla por la mitad y apoyarla sobre uno de los dos hombros. Eso lo dejamos a tu elección.
Nos mola que se complemente con el jersey y el pantalón que lleves, así que busca una tonalidad que encaje. ¿Cómo truco final? Engánchala con un imperdible a la altura del hombro para que no se te caiga al suelo.Efecto V
Getty Images.
El protagonismo de esta opción recae sobre el abrigo. El material del mismo da igual, lo importante es que tenga solapa y haga una abertura en ‘V’ sobre el pecho. Es la forma en la que tú, probablemente, siempre lleves la bufanda puesta.
Se llama nudo francés y consiste en introducir las dos terminaciones de la bufanda por el hueco del otro lado. No nos parece la forma más cool de llevarla, la verdad. Aunque sí que es cierto que este tipo de nudo permite hacerlo de una forma fácil, rápida y bastante digna.