Mano derecha de Karl Lagerfeld: “Era impredecible, y ahí radicaba gran parte de su encanto”
Quizá en la alfombra roja de la Gala del Met este 2023 pase algo desapercibida entre tanta top, pero Caroline Lebar fue la persona de confianza de Karl Lagerfeld, la que compartió con él los momentos más íntimos. Hablamos con ella de cómo era trabajar y vivir con el diseñador alemán.
Caroline Lebar con Karl Lagerfeld en 2016. KARL LAGERFELD
Karl Lagerfeld (Hamburgo, 1933-París, 2019) es, sin duda alguna, el diseñador de moda más popular de los últimos tiempos. Porque, con su cabello blanco cuidadosamente recogido en una coleta entre punk y dieciochesca, sus gafas de sol oscuras y sus mitones de piel, por no hablar de sus declaraciones explosivas: ¿quién no lo conoce? Sin embargo, el responsable de las colecciones de Fendi y Chanel, además de las de su marca homónima, apenas se rodeaba de un círculo de ocho personas “que hacíamos un montón de cosas”, dice una de ellas. Una mujer alta, delgada, con el pelo blanco cortado a lo garçon y un aspecto que, en cierto modo, podría parecer una réplica de la de su jefe: su mano derecha, Caroline Lebar (París, 1965).
La histórica relaciones públicas de Lagerfeld, que sigue ejerciendo hoy el papel de responsable de Imagen y Comunicación de la firma, responde jovial al teléfono. Está feliz por el homenaje que se dispone a recibir el diseñador, que es objeto de la exposición de moda del museo Metropolitano de Nueva York de este año: Karl Lagerfeld: A Line of Beauty, comisariada por Andrew Bolton y que se inaugura este mes con la correspondiente gala. Lebar ya tiene, por cierto, decidido el atuendo que llevará a la fiesta, una de las más mediáticas del año. “Una chaqueta de gala hasta los pies. Me gustaría ser capaz de decirte de qué temporada es, pero lo ignoro. De los noventa, quizá. La estrené hace tiempo en otra gran ocasión que viví con Karl, así que es una prenda muy especial para mí”, dice sin asomo de nostalgia. “Conmovida no es la palabra que mejor define mi estado ante la fiesta del Met, en realidad me siento orgullosa. Karl está todavía presente, quizá incluso más que cuando vivía”, dice entre risas.
Juntos en una gala, imagen del álbum personal de Lebar. CAROLINE LEBAR
Lebar empezó a trabajar con él cuando apenas tenía 18 años. Poco a poco empezaron a intimar, hasta que se convirtió en su persona de confianza en parte de esa guardia pretoriana del modista que conformaban su asistente personal Sébastian Jondeau o la actual directora creativa de Chanel, Virginie Viard. Hoy siguen siendo una gran familia. “No podría explicarte bien por qué, pero así es. Él dejó esa huella, no sé cómo pero se las arregló para que sigamos muy unidos”, asegura de nuevo entre risas.
Desde luego, el sentido del humor parece clave a la hora de lidiar con un “genio”, como califica sin ambages Lebar a Karl. Aunque tilda sus años de trabajo con él como un “sueño”, también tuvo que sortear las dificultades propias de alguien tan dado a la exposición mediática y sin pelos en la lengua como Lagerfeld. “Mi labor con él consistía entre otras cosas en acompañarlo a las numerosas entrevistas que concedía. Alguna vez intenté disuadirlo de hacer alguna declaración. Recuerdo decirle: ‘Karl, esto que has dicho quizá sea demasiado’. ‘No, no. Es lo que pienso’, me contestaba. Y eso era todo. Así que el resultado era loco. Increíble. Típico de Karl. No creo que muchas relaciones públicas puedan decir lo mismo”, sentencia Lebar, que admite haber tenido que salir airosa de “dos graves crisis de imagen” que, con todo, fueron “un aprendizaje enorme”.
—¿Cómo cree que habría llevado la pandemia o la actual ola de corrección política?
—(Risas). Si te soy sincera, yo también me lo pregunto a menudo. Supongo que como el genio que era. Era impredecible, y ahí radicaba gran parte de su encanto. De lo que no me cabe la menor duda es de que habría encontrado la manera de seguir siendo Karl Lagerfeld”
“Me siento tan orgullosa de Karl… Es como si estuviese más presente ahora que cuando vivía” GETTY IMAGES
Analisa Cimarosta