La diseñadora de vestuario de Elvis nos habla en primicia sobre los deslumbrantes trajes de la película
Catherine Martin es el cerebro detrás del vestuario de la película de Baz Luhrmann sobre Elvis. Aquí nos cuenta cómo Austin Butler se metió en el personaje, cómo Prada se involucró en la creación del vestuario y por qué este fue uno de sus proyectos más difíciles hasta la fecha.
Cortesía de Warner Bros. Pictures
La película sobre Elvis de Baz Lurhmann le da un nuevo significado a la palabra “épico”. Tardaron dos años en terminarla, se han invertido incontables horas en investigar la historia de la estrella del rock and roll —interpretada por un muy carismático Austin Butler— y ha requerido la confección de más de 9.000 trajes. Pero todo este trabajo no lo hizo Lurhmann solo. El director contó con la ayuda de su mujer, Catherine Martin, aclamada directora de vestuario.
Catherine ha trabajado junto a Lurhmann en todos sus proyectos desde Romeo y Julieta (1996), y gracias al diseño de vestuario de Moulin Rouge y El Gran Gatsby la diseñadora ya tiene cuatro Oscars en su haber. Elvis ha sido uno de los proyectos más complejos en los que ha trabajado. Aquí nos habla en detalle sobre los retos a los que se enfrentó para asegurarse de que el vestuario se mantuviera fiel a los trajes de Elvis y Priscilla de los años 50. También nos habla de cómo trabajó con Prada para el diseño de algunos looks personalizados.
¿Cuál es el punto de partida de un proyecto comoElvis?
Siempre empieza con Baz y la historia que quiere contar. Lo que a mí me llamó especialmente la atención era que, no sólo quería una película biográfica de Elvis, sino también retratar la relación entre dos hombres: Elvis y el coronel, su representante. Explora también una parte complicada de la historia de Estados Unidos, la pérdida de la inocencia del país tras la Segunda Guerra Mundial y el Movimiento por los Derechos Civiles, la segregación en Estados Unidos y la revolución sexual. Era casi una ópera, y la génesis del vestuario procedía de este contexto histórico tan amplio. Esas referencias alimentaron mi proceso creativo y utilicé el vestuario para ayudarle a contar la historia de Elvis.
¿Cómo fue el proceso de investigación?
Leí todo lo que pude, devoré cada libro que encontré, analicé todas las fotos de Elvis. Internet es un recurso increíble porque cada día encuentras imágenes nuevas que se acaban de publicar. Baz quería una tabla de todos los monos que llevó Elvis, cuándo los usó y si había anécdotas relacionadas con ellos. Por ejemplo, el mono de pavo real era supuestamente su mono de la suerte, porque el logotipo de la NBC era un pavo real y la actuación de la NBC fue el especial de su regreso tras la caída de su carrera. Una película como ésta tiene que basarse en una investigación excelente. Una vez hecha la investigación, trabajo con Baz para asegurarme de que mis trajes cuentan una historia, y luego trabajo con los actores para cerciorarme de que pueden trabajar con los trajes.
¿Los trajes que has creado son muy fieles a los trajes originales que llevaban Elvis, Priscilla y el resto de gente que los rodeaba?
Hay muchos trajes que se basan en los detalles históricos de los trajes reales. Para la chaqueta y los pantalones de cuero negro del especial del 68, pudimos entrar en el archivo de Graceland, donde todavía se encuentran muchos de sus trajes. De esta manera pudimos obtener las medidas exactas y las reprodujimos al milímetro en la forma original, pero al presentárselo a Austin, que tenía una constitución diferente a la de Elvis, tuvimos que cambiar elementos como la escala de los bolsillos y la longitud de los pantalones. Así que sí, cogimos esos trajes originales, pero los adaptamos para los actores de la película para que pudieran trabajar con ellos y reinterpretar los personajes a su manera. Nos dimos cuenta de que cuando simplemente reproduces los trajes de Elvis, pierden su esencia, y eso no nos funcionaba con los actores que teníamos.
¿En qué medida se involucró Austin en la creación del vestuario?
Austin es un gran colaborador y es el mayor experto en Elvis en cuanto a estudio del personaje. Si alguna vez dudaba de algo o de alguna imagen, siempre me ayudaba a orientarme en la dirección correcta porque había investigado mucho. En un momento dado, no sabíamos por qué algunas de las chaquetas de traje más entalladas, como las basadas en una que Elvis llevó para el programa de Milton Berle en 1956, no se movían cuando Austin se movía. Así que Austin y yo nos sentamos durante unas horas a revisar más de 50 fotos y nos dimos cuenta de que los trajes de Elvis tenían dos botones y sólo se abrochaba el botón inferior, lo que le permitía más movimiento, especialmente en la parte superior del cuerpo. Descubrí esto con la ayuda de Austin y juntos conseguimos que el traje funcionara bien.
¿Y cómo se involucró Baz en la creación de los trajes?
Baz se probó todos los trajes que iba a llevar Austin. Todos queríamos asegurarnos de que las prendas se movieran de la manera correcta y que los que llevaba Elvis en los años 50 mostraran especialmente su sexualidad, un aspecto muy importante.
¿Cómo participó Prada en la película?
Baz ya había trabajado con Prada en Romeo y Julieta, hace casi 30 años. Yo también había trabajado con Miuccia Prada con anterioridad, tanto en Prada como en Miu Miu, cuando hicimos El Gran Gatsby. Teníamos el complicado reto de reproducir el look de Priscilla de manera que el público moderno entendiera lo icónico que fue realmente en ese momento. No podíamos limitarnos a producir una réplica de esos looks, así que tuvimos que buscar una forma de amplificar los del pasado y retratar su estilo. Tampoco queríamos producir sus trajes y que no funcionaran. Así que en la película trabajamos con Prada para crear su vestido de novia. El mono que lleva en la pista de un aeropuerto es una réplica de uno muy icónico que Priscilla llevó al juzgado cuando se divorció de Elvis. Miuccia era perfecta para este proyecto porque mira al futuro, pero también al pasado. Su comprensión de los asuntos geopolíticos de los siglos XX y XXI añade una solidez histórica a sus colecciones, y Baz es igual en este sentido. Trabajar con ella y con los ateliers para confeccionar los looks fue esencial e increíblemente satisfactorio. Algunos de los looks de Elvis también fueron confeccionados por Prada, por ejemplo el que lleva Austin para visitar al coronel en el hospital.
Courtesy of Warner Bros. Pictures
¿Cuál fue el mayor reto enElvis?
La magnitud del proyecto. Había más de 9.000 trajes que abarcaban tres décadas. Hubo mucha sastrería masculina, fue bastante agotador. Algunos días teníamos hasta quince personajes con diálogo que pasaban por los probadores, y eso es mucho trabajo. Tuvimos que enfrentarnos a la sastrería masculina y comprenderla a la perfección para mantener un alto nivel de calidad.
Priscilla Presley y Lisa-Marie siguen vivas, ¿aportaron alguna idea sobre el vestuario?
Sinceramente, no. Era difícil comunicarse durante las peores épocas del coronavirus, que es cuando se rodó el film, así que estamos encantados de que les guste la película. Es un gran alivio.
¿Tienes algúnlookque quieras destacar?
No sé si los llamaría favoritos, pero hay trajes que marcan el tono de toda la película y el proceso que se siguió para confeccionar el vestuario. Algunos estilismos marcan momentos decisivos, como el dos piezas de cuero negro con el que nos dimos cuenta de que copiar cosas no iba a funcionar. Fue un momento clave. Pero el traje rosa es, para mí, un look que destaca de verdad. Llamamos a los pantalones «pantalones de ardilla» porque así era como insultaban a Elvis los amigos del colegio. No podíamos ajustarlos demasiado y tenían que tener volumen en la parte delantera para conseguir el famoso contoneo de Elvis. El traje rosa nos llevó un gran trabajo técnico de prueba y error.
Analissa Cimarosta