Corría el año 2008 y el estreno en cines de la película de la serie Sex And The City generaba gran expectativa como parte del fin de la serie, que se mantuvo en las pantallas de HBO por 10 años. En esta película, su protagonista Carrie Bradshaw -personificada por Sarah Jessica Parker- contrataba a una asistente que se destacaba por cambiar sus carteras cada semana, gracias a un servicio de alquiler que le permitía hacerlo. Hoy en día, la posibilidad de aparecer con una nueva cartera de marca de manera periódica no sólo no es extraño, sino una tendencia que ha llegado para quedarse gracias a todas las implicancias que este año está teniendo sobre la industria de la moda. Un 2020 que ha desnudado la fragilidad de todo lo que conocíamos, está haciendo emerger el concepto de «privilegiar la calidad por sobre la cantidad». Es entonces donde la posibilidad de un clóset itinerante cobra sentido como una oportunidad concreta de consumir alta moda a precios más asequibles.
Negocios como Rent The Runway ofrecen prendas actualizadas de una exhaustiva selección de marcas y diseñadores para arrendar para ocasiones especiales, o bien, en modalidad de suscripción para tener looks renovados todos los meses. Este tipo de negocios no sólo apuntan a un consumo de moda más responsable y bajo ciclos reales de uso de prendas. Hay que tener en cuenta también el efecto de las redes sociales sobre la influencia digital y sus aspirantes a volverse famosos, quienes muchas veces requieren exhibir un número indeterminado de looks. Vender una imagen cool y en sintonía con las tendencias de moda parece ser un trabajo arduo, del cual el fashion renting es un servicio que permite llevar a cabo un minucioso diseño de imagen personal.
Ya sea por suscribir a los principios del slow fashion, así como por ahorrar considerablemente en renovar el clóset, el fashion renting permite construir una ecuación perfecta entre un clóset funcional y otro con piezas itinerantes que no se repetirán. La idea de democratizar la moda ha estado siempre pendiente y supeditada a un acercamiento que proviene exclusivamente del retail masivo y sus colaboraciones. Sin embargo, el arriendo de ropa y accesorios permite hacer realidad los sueños de lucir etiquetas de moda reconocidas. ¿Quién dijo que había que ser millonaria para usar una cartera Hermès o un vestido Dior?
Cristián Pavez Díaz