La costumbre japonesa que ayuda a parar el ruido mental: 3 maneras de practicar el ‘hanami’ en casa

La tradición nipona de quedar con amigos para observar la belleza de las flores tiene un mensaje interesante que se puede practicar a diario: la importancia de parar y dar valor a los gestos pequeños

La costumbre japonesa que ayuda a parar el ruido mental: hanami

El otro día, en una conversación con amigos, una de las parejas presentes comentaba (entusiasmada) que en abril iban a viajar a Japón. Otros amigos que ya habían hecho ese viaje podrían haberles dado muchas recomendaciones de lugares y restaurantes, pero el primer consejo que les dieron (y diría que el único) fue aprovechar para disfrutar el hanami. Iban en el mes perfecto para practicar esta tradición nipona de observar la belleza de las flores en primavera. En Japón es costumbre quedar con amigos para contemplar la flor del cerezo, hacer picnics en los parques para disfrutar de comida, una buena conversación y el placer de parar. Ni más, ni menos. Una costumbre con siglos de historia que no entiende de redes sociales (si se practica en esencia no consiste en ir a un parque teñido de un manto rosa para hacerse fotos, sino simplemente en disfrutar de todo lo bueno que tiene observar). Esa filosofía ha servido de inspiración para la industria del wellness precisamente porque no hay nada mejor para el ruido mental que detenerse y contemplar la naturaleza para aprender a dar valor a las cosas más pequeñas de la vida.

En esta ocasión queremos aprender a trasladar el hanami a nuestra vida cotidiana (sin necesidad de viajar a Japón, aunque nos encantaría). Para ello hemos hablado con Jennifer Douville, directora de formación de Rituals en España. Precisamente la marca holandesa tiene una colección –una de las primigenias desde su creación y un bestseller en 2025– inspirada en esta tradición. Hablamos de The Ritual of Sakura, pensada para poder regalarnos momentos de calma y paz en cualquier momento. “Habla de la posibilidad de volver a empezar cada día y vivir el momento presente”, explica Douville. Y añade: “Nos hemos dado cuenta que el relax, ligado convencionalmente a las vacaciones, a momentos en los que rompemos absolutamente con nuestra rutina, son momentos maravillosos pero que apenas suponen unos pocos días en el año. Pero podemos hacer mucho más por nuestra paz interior y equilibrio emocional cada día mediante gestos y productos que nos ayuden a equilibrar nuestras emociones aprovechando el poder del olfato y el tacto principalmente. Equilibrarnos es tener la capacidad de no sentirnos superados, de poder poner orden en nuestras prioridades, nuestras tareas y nuestros pensamientos.”, avanza la experta. Y refrenda esta tendencia al alza de darle importancia al bienestar en el hogar precisamente porque partimos de la premisa de que “entendemos nuestra casa como nuestro santuario, donde debemos reposar, relajarnos y sentirnos a salvo. Y debemos cuidarlo y elevarlo porque es nuestra segunda piel”.

3 maneras de practicar el hanami en nuestro día a día

#1. Prestar atención al jabón que usamos para lavarnos las manos

Tal y como explica Douville, hay una tendencia generalizada a elegir este tipo de productos de cuidado personal, no de la manera pragmática en la que lo hacíamos antes, sino buscando una experiencia. “Hemos conseguido ver que hay grandes posibilidades para nuestro bienestar incluso en los pequeños gestos cotidianos”, dice. Y precisamente uno de esos gestos mundanos que podemos transformar en un pequeño momento de bienestar es el lavado de manos. “Las estimaciones nos dicen que una persona puede llegar a lavarse las manos más de cinco veces al día, sino más. Si aprovechamos un gesto tan común inconsciente, y le aplicamos nuestra filosofía, estaremos cuidando nuestra piel, pero también nuestro bienestar sin casi darnos cuenta”, explica la experta, que confirma que precisamente los jabones de manos son un éxito de ventas en la casa holandesa.

#2. Contemplar la luz de una vela

Observar la llama de una vela es un tipo de meditación (trataka) que se introduce, incluso, en ciertas prácticas de yoga por su poder para trabajar el control y la concentración, además de ayudar a aliviar la fatiga ocular. Es otra de las recomendaciones de la experta de Rituals. “Las velas son grandes aliadas para crear ambientes relajantes en casa ya que el candor de la llama y su contemplación nos permitirá eliminar mucho ruido de nuestra cabeza mientras el aroma, que comenzará a desplegarse de forma lenta y progresiva, irá siendo percibido por nuestro cerebro de igual manera, induciéndonos a un relax más profundo y valioso”.

#3. Escoger aromas de cerezo en la ducha

Además de por la vinculación que tiene esta flor con el hanami, está comprobado que las notas de cerezo reconfortan y calman. Y escoger aromas con notas relajantes y balsámicas que nos proporcionen paz en gestos tan mundanos y habituales como la ducha es otra manera de practicar esta filosofía en nuestro día a día. Se trata de escoger un aroma concreto para determinados momentos de relajación y placer. “La memoria olfativa es muy poderosa, y si lo ligamos a este momento de relax, estaremos entrenando nuestra mente para responder a dicha demanda cuando lo perciba”, explica Douville. Precisamente las notas dulces, florales y lácteas como el cerezo nos reconectan con la infancia y nos provocan calma. Puede que por eso también, la espuma de ducha de The Ritual of Sakura sea un éxito de ventas (el año pasado se vendieron 13 millones de unidades). Al final se trata de hacer grandes momentos pequeños y cotidianos.

Vela aromática con notas de pera nashi y flor de cerezo.

Videos

Relacionado