De la anatomía también ha pasado a la naturaleza, una temática que la propia Elsa ya exploró con propuestas como su ‘Pagan collection’ de 1938

Schiaparelli convierte su desfile de Alta Costura otoño 2022 en una lección de botnica

¿Se puede ser barroco y escueto al mismo tiempo? Schiaparelli demuestra que sí en su nuevo desfile de Alta Costura: su propuesta de otoño invierno 2023, de lo más ortodoxa, vuelve a partir del negro como un lienzo en blanco sobre el que plasmar todo su universo. La contención cromática es un ejercicio al que Daniel Roseberry nos tiene ya acostumbrados. Son pequeñas licencias al dorado, al marfil, o al rojo las que asoman en su presentación en el Museo de Artes Decorativas de París, en el mismo día en el que el centro inauguraba una retrospectiva de la maison.

El volumen excesivo es otro de los aspectos que el director creativo ya ha perfilado como un sello propio en su etapa para la casa. Sin embargo, en esta ocasión la inspiración resulta clara. Un regreso absoluto al exceso de los años 80 que no han tardado en comparar con las colecciones de aquella década de Yves Saint Laurent. El dramatismo está ahí: vestidos palabra de honor con metros y metros de tejido satinado arremolinándose a la altura de la cadera, para crear volúmenes imposibles de evocaciones florales. Puede ser una falda tridimensional, combinada con una chaqueta torera bordada, o una suerte de camisa con mangas amplias, como la que llevó la top Eva Herzigova.

Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

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Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

El desfile incluye referencias a Christian Lacroix.Acielle StyleDuMonde

Suele surgir el nombre de otros diseñadores a la hora de ver las propuestas de Schiaparelli: esos volúmenes, tan Saint Laurent, también son muy Christian Lacroix. En 2013, el diseñador francés ya le rindió su particular homenaje. El pasado mes de abril, coincidió con Roseberry en una entrevista con Interview, y como relata WWD, saltó la chispa. Los sombreros canotier o la falda abullonada son algunas de las reminiscencias al couturier. Sin embargo, el exceso atribuido a los 80 ya fue parte de un ADN menos conocido de Elsa schiaparelli. Roseberry vuelve a demostrar su maestría a la hora de trabajar con un archivo tan masivo como el de su predecesora: sin ir más lejos, ella centró su colección de Alta Costura de verano de 1939 en el polisón, actualizando las modas de la mujer victoriana. Incluir un potente lazo detrás, como hemos visto en algún look de esta colección, fue un gesto que aplicó ella misma sobre vestidos y trajes, a juego o a contraste. Roseberry lo hace mezclando referencias: un top con transparencias que evoca la silueta de las costillas (como el Skeleton dress), al tiempo que añade volumen a la espalda.

Con este desfile, el diseñador deja de dar prioridad a la anatomía humana para centrarse en la naturaleza. Es la flora, y en pequeñas dosis la fauna, la auténtica protagonista de esta colección. Por un lado, las alusiones son frutales: un racimo de uvas que puede encontrarse tanto colgando de pendientes como a modo de broche o bordado en una chaqueta. Se trata de un motivo con recorrido en el trabajo de Elsa Schiaparelli. En un alarde de humor, contrastaba sus vestidos de alta costura con sombreros de cóctel con esta fruta. Una prueba surrealista más que cosió a chaquetas que ella misma llevó, retratada por Horst P. Horst para Vogue en 1937.

Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

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Elsa Schiaparelli luciendo una de sus chaquetas con uvas .

Elsa Schiaparelli luciendo una de sus chaquetas con uvas (1937).Horst P. Horst

Esa lección de botánica se profundiza en Schiaparelli con un auténtico despliegue floral, igual de surrealista, que invade vestidos, chaquetas y esencialmente, corsés. Un jardín en movimiento por el que apostó Schiaparelli en su Pagan collection: inspirada por las pinturas renacentistas de Sandro Botticelli, en su colección de otoño de 1938 aplicó multitud de hierbas y flores a sus diseños. Y lo hizo utilizando plástico, algo que se vio como muy adelantado en la época, para darles tridimensionalidad. La misma que Roseberry aplica en 2022 indistintamente a prendas y accesorios: el diseñador norteamericano demuestra que un conjunto vaquero puede se Alta Costura cuando se articula en torno a la corsetería y se cuaja de flores. “A los pétalos de los tulipanes se les da forma con cucharas. Es un ejercicio poco real”, comentaba el diseñador, haciendo referencia a las flores de cuero, moldeadas a mano, de un vestido negro tipo bustier. Los sombreros canotier, como los de Schiaparelli de aquel año, también se convierten en una parcela de terreno improvisada en la que la hierba contrasta con los ramilletes de los pendientes.

Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

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Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

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Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

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Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

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Schiaparelli Alta Costura otoño invierno 2022.

Acielle StyleDuMonde )cortesia

Monica Brun