Los aromas de una sabrosa sopa, se nos presentan como muy tentadores para combatir la llegada del invierno… La sopa es una preparación clásica que tiene la increíble capacidad de renovarse. Solo hacen falta un poco de imaginación y los alimentos correctos para convertirla en una reconfortante experiencia gourmet.
Además, mientras más alimentos la integren y le demos nuestro toque de creatividad, contribuirá al logro de uno de los conceptos básicos de la alimentación: la variedad, lo que a su vez facilita la satisfacción de los requerimientos nutricionales.
”Cuál es el origen de la sopa”
Cuando recorremos la historia de la cocina de la humanidad, las sopas y los caldos tienen una larga tradición en los pueblos. Primero fue el caldo, luego la sopa y la historia se remonta al Paleolítico, período en el cuál nuestros ancestros comenzaron a sumergir vegetales y trozos de carne en agua caliente. Existen evidencias que proceden de las cuevas de Les Eyzies, en el suroeste de Francia, que muestran que la práctica consistía en colocar agua y alimentos en huecos naturales presentes en las rocas, para luego incorporar piedras previamente calentadas en el fuego y así lograr la cocción. El porqué de esta primitiva costumbre culinaria era la necesidad de ablandar alimentos que eran demasiado duros como para ser masticados en crudo. El resultado también fue, que descubrieron que el agua de cocción tomaba el sabor de los alimentos, y así esos primeros caldos comenzaron a ser bebidos.
Se sabe que Nerón, tan aficionado al canto, tomaba caldo con puerros caliente al que atribuía la cualidad de proteger las cuerdas vocales. Lo cierto es que la sopa es uno de los alimentos más versátiles y es problablemente uno de los primeros platos creativos que el hombre incorporó a su dieta.
Con el tiempo, las distintas culturas fueron incorporando a la sopa los alimentos que tenían a su disposición, dando lugar a platos arraigados profundamente en la historia culinaria de ciudades, regiones y países. Así han llegado a nuestros días la sopa minestrone de Italia, el gazpacho español, la sopa avgolemono, de Grecia con limón, o la sopa de miso japonesa.
Dependiendo de las costumbres y culturas de cada país….la sopa puede constituír una entrada de una plato principal o ser el único plato en una comida. Si vamos a utilizarla como plato principal, será importante agregarle proteínas de origen animal como alguna carne o huevo, o proteínas de origen vegetal como legumbres, tofu. Podemos también jugar, añadiendo condimentos diferentes, lo que hace que tengamos infinidad de recetas de sopa. La sopa ayuda a aumentar el consumo de vegetales, favorece la hidratación y brinda sensación de saciedad.
“Para preparar una sopa crema, que no contenga crema de leche y sea más baja en calorías, podés agregarle queso untable, lo que hará que le proporcione la misma textura suave al paladar”
¿Te gustaría saber cómo preparar cubitos de caldo casero para tus sopas?
En los últimos tiempos, los cubitos de caldo comerciales han ido perdiendo auge por los ingredientes con los que se preparan. No sólo son muy altos en sodio sino que además, contienen sustancias químicas como saborizantes y colorantes que son perjudiciales para nuestro cuerpo. Actualmente, hay recetas que nos ayudan a prepararlos en forma casera y cumplen la misma función, para formar parte de sopas y comidas que necesitan una base con vegetales. Se utilizan variedades de verduras y especias para aumentar su sabor. Al pie de la nota les dejo un link de una receta interesante para prepararlo.
“Una de zapallo y jengibre que te va a enamorar”
Para 4 porciones, necesitás zapallo ½ kg, 1 cebolla chica picada y salteada en aceite de oliva, 1 porción chica de jengibre de 5 cm, 500 cm caldo casero, sal, pimienta. Cocinar el zapallo al horno (conserva más el gusto). Procesar el zapallo, la cebolla, el caldo y jengibre rallado, sal, pimienta. Servir con decoradode pipas de zapallo, perejil o Kale.
“Brócoli con mostaza de Dijon”
Para 4 porciones, rehogar 4 puerros chicos y 1 diente con aceite de oliva hasta que estén tiernos. Agregar los 800 gs de brócoli separados en ramitos, cocinar hasta que cambien de color. Condimentar con sal y pimienta. Incorporar 1 litro de caldo casero, ½ cdita de mostaza de Dijon y queso rallado. Herví hasta que los brócolis estén tiernos. Procesar la preparación y serví bien caliente.
Lic. Marcela Repetti
