
Un sinfín de guiños que crean prendas únicas e irrepetibles
París alta costura.
En la carta de presentación de Daniel Roseberry al tomar posesión del cargo de director artístico de Schiaparelli decía: “su trabajo (el de Elsa Schiaparelli) reflejó el caos y la esperanza de la turbulenta época que le tocó vivir. Hoy día, nos descubrimos formulándonos esas mismas grandes preguntas identitarias: ¿qué aspecto tiene el arte? ¿Qué es la identidad? ¿Cómo hemos de vestirnos para el fin del mundo?”. Unas cuestiones que Roseberry parece haber retomado para su nueva colección de Alta Costura presentada esta misma mañana en formato digital. “La colección es tan emocional como enamorarse. También es un tributo al romance, al exceso, a los sueños, porque realmente, ¿hay algo más urgente hoy en día que soñar a lo grande? ¿Que soñar con un mundo mejor? ¿O tomar cada pieza de belleza con ambas manos?”, afirma el director artístico sobre ‘The Matador’, una colección en la que el diseñador mezcla los grandes referentes históricos de la casa Schiaparelli: un Manet, con un Lacroix, con referencias a los 1980 y a los 1880, con inspiraciones tomadas de la estética alienígena, el surrealismo… Todos los elementos tan reconocibles de la marca se fusionan aquí creando prendas excesivas, superlativas en las que alcanzar la belleza es el único objetivo.

© CORTESÍA DE SCHIAPARELLI

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Roseberry explica que para esta colección lo único que buscó fue recordar la emoción que le llevó a convertirse en lo que es hoy: “representa una vuelta a la inocencia, a la alegría que me sumergió en la moda en un primer momento” y añade: “quería homenajear el potencial y poder del arte regresando a la moda que amé en mi juventud. La nostalgia ciega no es saludable, no podemos romantizar el pasado especialmente cuando no fue romántico para tantísima gente. Pero el regalo de la moda es su habilidad de permitirnos fingir, y también su promesa reside ahí: si soñamos lo suficiente, a lo mejor podemos convertir ese bello pasado en existencia”.
Bajo esta premisa el director creativo dividió la colección en tres partes, la primera se centra en las chaquetas de Schiaparelli, con sus primeras formas, combinadas con faldas de tul, o en aquella creada por Jean Cocteau para la casa en 1937, también hay otra confeccionada con retales originales y todas ellas han sido creadas con las mismas técnicas y materiales que las de entonces.

© CORTESÍA DE SCHIAPARELLI

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La segunda parte se centra en el cuerpo y en las joyas, dos elementos clave en la historia de la firma.

© CORTESÍA DE SCHIAPARELLI

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Y por último, un homenaje al color en donde todo es excesivo y lo es con una clara intención.

© CORTESÍA DE SCHIAPARELLI

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Esta es una colección, como dice Daniel Roseberry, para soñar y soñar a lo grande, disfrutar de la belleza y de todo aquello que nos hace vibrar. Una celebración de que, a pesar del sufrimiento vivido en el último año, el mundo sigue adelante.

© CORTESÍA DE SCHIAPARELL
Giu Menegazzo