Una colección es un mundo que enriquece cada una de las piezas que la conforman. Adquirir arte es una gran pasión en la que el coleccionista despliega su vocación estética, invirtiendo mucho más que tiempo y dinero. Cada obra implica una elección personal que, sumada a las otras, en el devenir protagonizará un recorte único con un perfil determinado. Hoy en una entrevista única Florence Baranger-Bedel, nos cuenta como es ese trabajo de por si minucioso y perfeccionista de ordenar, separar y catalogar, tal vez un trabajo que deberíamos realizar en la vida misma… En inventarium nos cuentan como lo hacen eso si con colecciones de autor y con la mano de una experta en el tema…

1 – ¿Qué es Inventarium y cómo fue gestionado?

Inventarium existe desde 2015. Es una firma dedicada a inventariar y catalogar colecciones y bibliotecas. Muchos coleccionistas –y aunque parezca extraño también muchos museos– no saben con exactitud lo que tienen. Ahí entra el trabajo de Inventarium, que podría resumirse en responder a estas tres simples preguntas: ¿qué tenemos?, ¿cómo lo tenemos? y ¿dónde lo tenemos? El sentido de poder responder fehacientemente a estas preguntas redunda en la puesta en valor de la pieza. En suma, gracias al registro e inventario, proporcionamos al cliente las herramientas para identificar y localizar bienes. Profundizando en esa tarea, también se pueden investigar las piezas y a partir de diagnosticar y valorar.

2-¿Cómo es el trabajo de catalogar colecciones y bibliotecas?

Para mí, es un trabajo fantástico porque estamos en contacto con lo que más nos gusta: el arte y los libros. Además, cada colección, cada biblioteca, es un mundo. No hay dos iguales. De modo que cada trabajo que se emprende es una aventura diferente. Y por supuesto uno no deja de descubrir, de conocer y de aprender, que es de lo que finalmente se trata.

Desde el punto de vista del cliente, es importante entender (y esto los coleccionistas lo saben perfectamente) que una colección es mucho más que la suma de sus partes. Las piezas se enriquecen entre sí. Es como el agua, que es diferente del hidrógeno y del oxígeno que la conforman, o como el bosque, que es diferente de sus árboles. Por eso, catalogar una colección contribuye a darle identidad y también a valorizarla.

3- ¿Cómo es tu relación con la asociacion Marianne Argentina? Contanos… 

Marianne es una fuente inagotable de alegrías. Es una asociación civil sin fines de lucro compuesta por un grupo de mujeres profesionalmente activas y en su mayoría líderes en su sector, pero además es un grupo humano muy cálido y enriquecedor. Nació en 2010 con el fin de promover vínculos de negocio y culturales entre Francia y Argentina. Es decir que es un networking, pero fundamentalmente un lugar de crecimiento y para compartir experiencias entre socias, muchas de las cuales son o terminan siendo grandes amigas. En este momento integro la Comisión de Cultura y estamos trabajando en varios proyectos relacionados con varias disciplinas artísticas. Intentamos tener una dinámica organicista en la que todas podamos realizar un aporte desde nuestra expertise

4-¿Cómo fue catalogar la obra de Jacques Bedel?

Fue un gran aprendizaje y, sin duda, el punto de partida de Inventarium. Jacques es muy ordenado y sistemático, así que gran parte de los datos estaban disponibles, pero en crudo. Había que sistematizar la información. Es un trabajo de hormiga y que dura toda la vida porque él siempre está creando nuevas obras y las existentes siempre se están moviendo. Todos esos datos hay que consignarlos y actualizarlos. En este caso el catálogo razonado es un apasionante work in progress.

5- ¿Qué lugar tienen las bibliotecas físicas hoy dia? 

En nuestra vida personal las bibliotecas ocupan un lugar inmenso al punto de estar literalmente tapados de libros que tal vez ni siquiera llegaremos a leer. Sin embargo, son una gran compañía y están cuando uno los necesita, como los buenos amigos. Las bibliotecas públicas lamentablemente no están muy accesibles en esta época, pero la contrapartida de la pandemia es el delivery de libros, que siempre traen alegría. Siempre estuve rodeada de libros. Me da mucha felicidad que las bibliotecas y archivos de Willy y Madeleine Baranger, mis abuelos que fueron pioneros del psicoanálisis, hayan econtrado su lugar en la Biblioteca Nacional y que, gracias a un trabajo fabuloso de digitalización del equipo de la biblioteca, ese material está accesible y los libros disponibles por pedido. Queríamos compartir ese fondo y que estuviera disponible para los investigadores y gente interesada. No creo que los libros estén destinados a desaparecer, simplemente ha cambiado el soporte y la accesibilidad, lo cual tiene sus aspectos positivos.

6-¿Quiénes integran Inventarium?

Inventarium somos Ariadna González Naya, que es Historiadora del Arte, curadora y docente en la Universidad del Salvador, Sofía Pomar, que es bibliotecaria y editora y yo. El diseño gráfico está cargo de Pablo Mandel. Vale destacar la importancia del trabajo en equipo porque es una tarea en la que confluyen varias disciplinas y de esa unión surge el valor agregado. La cuestión no es pretender saberlo todo, sino saber delegar a gente competente que contribuya en las diferentes etapas.

7-¿Cómo es un día en tu vida?

Mis días son todos diferentes porque tengo que hacer entrar múltiples actividades. Está Inventarium, por supuesto, con la catalogación y edición, pero también está el trabajo relacionado con la gestión y difusión de la obra de Jacques Bedel. Esto implica organizar exposiciones (cuando las hay), la comunicación y las ventas de obras de arte a clientes particulares y a colecciones. Además, soy profesora y traductora de francés, entonces algunos días me dedico en parte a eso. Me encanta estudiar, hace poco terminé una maestría en Gestión de la Cultura en la Universidad de San Andrés, un poco para legitimar todo el trabajo de gestión que estuve llevando a cabo todos estos años. Ahora, estoy cursando materias en la carrera de Edición en Filosofía y Letras de la UBA, más que nada porque considero que tengo mucho por aprender y mejorar para futuros proyectos editoriales. Estudiar, al igual que dar clases, me hace estar siempre atenta e informada y en contacto con gente interesante y con jóvenes, que es estimulante. Paso mucho tiempo trabajando en mi escritorio en compañía de nuestro gato o sino estoy en la cocina o en la terraza con las plantas. Y, en tiempos normales, nos gusta mucho recibir amigos y organizar comidas. 

8-¿Cuál es tu trabajo en Inventarium?

Cuando se trata de una colección de arte, trabajamos con Ariadna en la sistematización de los datos físicos de cada una de las obras que la componen. Tomamos las fotografías de registro y luego toda esa información se vuelca a una base de datos personal. Por lo general, intentamos incluir la fotografía profesional de las obras porque favorece mucho el resultado del trabajo. También observamos el estado de conservación y, de ser necesario, trabajamos con profesionales idóneos a quienes derivamos el trabajo de restauración. Si el cliente lo requiere, brindamos un servicio de investigación de obra para las piezas históricas que lo merecen.

Por supuesto que a partir de este trabajo pueden surgir otros: una nueva curaduría de la colección, por ejemplo.

Por otra parte, con Sofía, nos dedicamos a ordenar y catalogar bibliotecas de acuerdo a los criterios del usuario o en base a nuestras sugerencias. Todos los libros son incluidos en una base de datos a la cual se puede ingresar fácilmente desde un teléfono móvil y saber al instante si se dispone del libro y su ubicación. Está la parte estética del orden, pero la idea de fondo es facilitar el acceso a la información, en este caso, el libro. ¿A quién no le pasó volver a comprar un libro por no poder encontrarlo cuando lo buscaba y lo necesitaba o saber que lo tiene y que pasen días hasta encontrarlo?

Foto Ale López

9- ¿Qué lugar ocupa en tu vida el estilo y la moda?

El estilo es todo. No lo busco ni lo tengo presente, pero supongo que es algo con lo que convivo naturalmente. La moda, en cambio, ocupa mucho menos lugar que el que debiera y me gustaría. Tal vez empiece a prestar un poco más de atención.

10- ¿Qué relación tienen entre coleccionistas y catálogos?

Otro servicio que ofrecemos desde Inventarium es la posibilidad de editar el libro de cada colección. En ese caso, el trabajo de la catalogación y luego la edición están interelacionados y se potencian mútuamente. Sin duda una publicación contribuye a otorgar identidad a la colección. Pero no hay catálogo posible sin el primer paso indispensable que es saber qué tenemos. Este registro es una herramienta fundamental para la protección, conservación y eventual difusión de la colección.

11-Contanos sobre tu trabajo editorial y curaduría de colecciones

El trabajo editorial empezó en paralelo con las exposiciones de Jacques. El primer libro lo hicimos para acompañar Ficciones, su retrospectiva en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta en el año 2005. Luego vinieron Aproximaciones, Crímenes políticos y muchos otros. Ahora, acabamos de publicar Una cierta arquitecturaJacques Bede l (Inventarium, 2020), que reúne una selección de casas y cascos de estancia desde sus inicios como arquitecto. El libro incluye un prólogo de Justo Solsona, un ensayo de Alfonso Corona Martínez, fotografía de Gustavo Sosa Pinilla y una parte de documentación con los dibujos facsimilares a mano alzada y un catálogo razonado de toda su obra arquitectónica. Fue realizado con Mecenazgo y gracias al apoyo de Pampa Energía, que también contribuye en nuestro próximo proyecto.

12- Tres consejos que puedas decirles a nuestros lectores sobre el Estilo, por ejemplo, en la edición de un libro que tendría que tener en cuenta?

Antes de pensar en lanzarse a la aventura de un proyecto editorial, lo ideal es contar con todos los materiales (textos, imágenes) y tener idea de hacia dónde va el diseño. De este modo, se ahorra mucho tiempo y dinero y el desgaste de idas y vueltas innecesarias. Un libro supone un equipo de trabajo. Mi consejo es convocar a gente que, de alguna manera, hablen el mismo idioma, con criterios estéticos y de calidad afines, pero también empatía. Sin esa affectio societatis no se llega a ningún buen puerto. Por último, ser amable con el lector, siempre. Con esto me refiero a la legibilidad y accesibilidad. Tiene que ver, por ejemplo, con el uso de determinadas tipografías y su tamaño. Si es preciso imprimir un pliego más por usar una tipografía más amena, con un interlineado que facilite la lectura, es importante no escatimar en ese tipo de elecciones. Además, es más redituable, porque a la larga una tipografía demasiado pequeña en vez de atraer al lector va a funcionar como una suerte de barrera.

13-¿Perfume favorito?

Cruz del Sur. Es un perfume de Fueguia de Julián Bedel. La verdad es que difícil elegir uno solo, porque todos los perfumes de Fueguia son increíbles y cautivantes.

14_ ¿Cómo es tu estilo?

Raro. No tengo mucha idea de vestirme, pero supongo que algún estilo tengo. Por eso, muchas veces elijo vestidos -que me encantan- que es la manera más fácil para no perder tiempo y no equivocarme. No estoy nada pendiente de la moda. Me gustan las cosas de muy buena calidad y las puedo usar durante cuarenta años, sin problema. Soy bastante fanática de los zapatos, me gusta Sylvie Geronimi, pero en general no soy consumista. Prefiero poco, pero bueno.

15- ¿Qué no puede faltar en tu bolso?

No pueden faltar el teléfono, un libro, el protector solar y un rouge.

16 Tres diseñadores de moda que te agraden.

Locales, me gustan Pablo Ramírez, Evangelina Bomparola, la joven diseñadora Milagros Pereda y el gran Gino Bogani.

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Fotos: Alejandra López

Entrevista: Mónica Brun

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