Kristine Opolais es una de las sopranos más solicitadas de la escena internacional y goza de una reputación consolidada entre las actrices cantantes más destacadas del mundo. Opolais ha actuado en la Metropolitan Opera, la Wiener Staatsoper, la Staatsoper de Berlín, la Bayerische Staatsoper, el Teatro alla Scala, la Opernhaus de Zúrich y la Royal Opera House. Colabora con directores de renombre como Daniel Barenboim, Sir Antonio Pappano, Sir Simon Rattle, Sir Mark Elder, Andris Nelsons, Fabio Luisi y Kirill Petrenko.
Steinbruch con la ópera Carmen.
La soprano Kristine Opolais / Foto: © Karlina Vitolina
Kristine Opolais: “Creo que mis mejores actuaciones son aquellas en las que pienso que podrían ser la ultimas “
Kristine Opolais nació en Rēzekne (Letonia), estudió en la Academia de Música de Letonia y comenzó su carrera como miembro del coro de la Ópera Nacional de Letonia en 2001. Es una de las sopranos más solicitadas de la escena internacional, con una reputación establecida entre las actrices cantantes más importantes del mundo. Opolais ha aparecido en el Metropolitan Opera de Nueva York, Ópera de Viena, Staatsoper de Berlín, Bayerische Staatsoper de Múnich, Teatro alla Scala de Milán, Opernhaus de Zúrich y Royal Opera House de Londres. Colabora con directores de renombre como Daniel Barenboim, Antonio Pappano, Simon Rattle, Mark Elder, Andris Nelsons, Fabio Luisi y Kirill Petrenko.
Antes de ser cantante profesional, ¿admiraba a algún otro cantante? ¿Influyó en su carrera?
Admiro a María Callas. Antes de cantar profesionalmente ella fue la razón para convertirme en una cantante de ópera. Su presencia en el escenario me enseñó la manera de combinar la actuación dramática con el canto. Esto fue exactamente lo que cambió completamente mi mente acerca de cómo cantar la ópera. Yo no quería cantar. Mi madre me obligó a estudiar con un profesor privado y lo hice solo por ella, hasta que mi profesor me dio un disco y un vídeo de María Callas en el que cantaba el segundo acto de Tosca en el Coven Garden. Aquello realmente cambió mi mente y aquel momento modificó mi vida.
Usted es una persona muy apasionada. Dice que cuando se sube a un escenario es como si fuera la última vez. ¿Usted cree que es importante para representar un rol dramático?
Si, este es mi lema, no porque yo lo creara, sino porque lo siento de esta manera. Creo que mis mejores actuaciones son aquellas en las que pienso que podrían ser la ultimas. Me ayuda a ser más dramática, creíble y honesta con la audiencia, y conmigo misma. Soy una persona maximalista. En todo lo que hago tengo que dar el 100 % o más. Solo entonces obtengo el resultado. Esto a veces es bueno y otras no, pero es mi manera de ser. Si es un rol dramático, tú tienes que actuar y cantar, convencer y transmitir el carácter y la historia, de otra manera no llegarías a la profundidad del corazón de nadie. Por eso, mis representaciones son como si fueran las últimas. Me ayuda a profundizar y creo que es importante para los artistas darlo todo en el momento que pueden darlo.
/ Foto: Teatro Comunale di Bologna
A los cantantes de ópera no solo se les exige cantar y cantar bien, sino también ofrecer una buena interpretación teatral. ¿Cuál es su opinión?
Si estás cantando en un teatro debemos ser cantantes y actores también. Este es el motivo por el cual la ópera es un género muy difícil porque no tan solo debes actuar, sino también cantar. Son dos cosas difíciles que hay que unir. No todo el mundo es capaz de hacerlo, algunos se focalizan más en el canto, otros en la actuación como yo. Soy más una actriz que canta que una cantante que actúa.
¿Es verdad que los directores de escena tienen más influencia que los directores de orquesta en las producciones de ópera?
Estamos en una época diferente, algunas veces afortunadamente y otras desafortunadamente. Actualmente hay directores muy dominantes que crean los equipos y los castings para sus representaciones. Ellos aceptan o no algunos cantantes, quieren grandes nombres y experimentados, con lo cual crea dificultades a los jóvenes. Ser diferente usar su imaginación para representar caracteres muy dramáticos y difíciles y también historias complejas. Es muy desafiante ahora, especialmente para los artistas emergentes, pero yo personalmente disfruto trabajando con directores dramáticos y experimentados. Como he dicho me encanta ser una actriz, pero para algunos cantantes esta no es la situación ideal.
¿Le gusta la ópera contemporánea?
Es importante que exista este tipo de ópera y que también haya muchos cantantes que les guste y estén dispuestos para aprenderla, cantarla y experimentarla. No siento la necesidad de hacerlo en mis cuarenta y tampoco lo sentí en mis treinta años. A veces hay grandes experimentos que necesitas hacer con tu voz para cantar ópera contemporánea y esto es un gran desafío. Si la ópera contemporánea se escribiera vocalmente un poco más en la línea de Verdi o Puccini, quizá lo intentaría, pero normalmente no es así. Siempre es un riesgo y hay cantantes determinados que representan ópera contemporánea.
¿Puede hablarnos de su debut con Carmen en la Oper im Steinbruch en julio de 2023?
Por supuesto, fue un nuevo papel para mí y será un nuevo experimento. Recibí esta oferta para debutar en una nueva producción. Me negué al menos dos veces, ¡pero me lo pidieron una y otra vez! Así que acepté y mi profesor de canto también dijo que con un enfoque inteligente e individual podría hacerlo.
Existe un cliché cuando se trata de Carmen. Hemos visto este papel muchas veces antes como una mujer vulgar y excesivamente sexy, pero el atractivo sexual que, a menudo, hemos presenciado en el escenario, no es natural. La energía tiene que estar naturalmente presente en todo lo que hace, la forma en que se mueve, su lenguaje corporal.
Creo que Carmen es extremadamente salvaje en su interior. Tiene algún drama del que no sabemos nada, este elemento no queda claro para las personas que creen conocer a Carmen. Para mí, este es un proyecto y un papel muy interesante para explorar.
/ Foto: © Catherine Ashmore
¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Estoy realmente emocionada de cantar Carmen y Katerina Izmailova en Lady Macbeth de Mtsensk. Con Katerina hay muchos aspectos que son muy emocionantes para mí porque la canté hace muchos años en la Ópera Nacional de Letonia dirigida por Andrejs Žagars, y mi sueño, en ese momento, no era posible que Andrejs la dirigiera junto con Andris Nelsons porque habíamos soñado durante muchos años con hacer este papel juntos. Así que, por eso, es muy especial porque ya tuvimos que cancelar este proyecto durante los difíciles tiempos de COVID. ¡Así que ahora esperemos que suceda! No es fácil planificar nada en estos tiempos.
Y, por supuesto, es emocionante para mí volver a Nueva York y actuar para mis amigos estadounidenses. La gente me pregunta todo el tiempo cuándo volveré. Así que estoy feliz de tener esta oportunidad de actuar especialmente en Carnegie Hall. Realmente para mí es un debut mundial, porque nunca lo canté en ningún otro lugar, solo aquí en Riga cuando estaba experimentando con la voz, cuando iba hacia un repertorio muy dramático, que luego dejé un poco de lado. Es un personaje exigente especialmente psicológicamente y muy difícil si se entiende cada palabra, si se comprende la historia, si realmente se siente el personaje.
Es muy complicado. Una mujer con un destino extremadamente trágico y un final horrible de su vida. Y al mismo tiempo, vemos cuánto peligro corremos cuando no controlamos nuestros sentimientos. Así que, para mí, este papel es realmente algo especial porque vemos los errores que pueden destruir la vida de las mujeres, especialmente cuando las emociones y el poder de la pasión no son controlados por la mente. Principio del formulario.
Una de las cosas más importantes por las que siempre he rezado a Dios es que nunca me enamore con tanta pasión que no pueda controlarme. Katerina como personaje es extremadamente apasionada, loca y completamente emocional y sin ningún tipo de control. Y esto es realmente algo muy especial para mí explorar y expresar como artista. No solo hablo de que sea un papel vocalmente desafiante, sino que no tiene nada que ver con la belleza. Y, por supuesto, todavía quiero mostrar con la voz la identidad femenina de este papel, vocalmente hablando. Quiero mostrar muchos colores que no son los habituales que se supone que debemos escuchar para este papel, que hay muchas líneas de gritos, pero también líneas hermosas. Muy sensibles, muy sensuales, que por supuesto, deben cantarse con los mismos colores que la música en sí.
Referente a Carmen es una página completamente nueva en mi trayectoria artística y también un nuevo desafío, con tantas facetas de este personaje por explorar. También tengo muchos conciertos por todo el mundo, y también recitales en São Paulo, Río de Janeiro y Austria. También iré a Shanghai, lo que será una maravillosa aventura.
¿En su carrera hay alguna experiencia divertida que recuerde especialmente?
Yo diría que la más temeraria, excitante y divertida en mi carrera profesional fue cuando entré en el Metropolitan para cantar La Bohème, después de mi primera representación de Madame Butterfly allí.
A primera hora de la mañana, recibí una llamada del director del Metropolitan pidiéndome que cantara Mimí en una grabación en directo. En el primer momento no estuve de acuerdo y tampoco entendí por qué me estaba pidiendo hacer la matinal. Peter Gelb dijo “no tienes mucho tiempo porque empezamos a las 12:30”. Yo pensé que aquello no era posible.
Después del éxito de Madame Butterfly la noche anterior, yo no quería estropear o arruinarlo todo, pero él me dijo que sería un error no hacerlo. Me dijo que ya lo arreglaría con un pianista, de manera que yo pudiera refrescar el papel y aunque sería un riesgo hacer el debut con este papel en una grabación en directo en el principio de mi carrera, él pensó que debería hacerlo. Le dije que no, pero le llamé diez minutos más tarde. Estuve dos horas en casa, fui al teatro a las 10 y a las 12,30 empezó la representación. Con muchos de mis colegas no había trabajado antes. Fue muy excitante y mi experiencia más loca.