
De México a la India o Utah, exploramos los mejores centros de bienestar sostenibles del mundo

Desde una cabaña de sudor tradicional maya en México hasta un balneario paradisíaco suspendido sobre el océano Índico, exploramos por todo el mundo los spas de lujo cuyo enfoque ecológico los hace todavía más recomendables.
One&Only Spa en One&Only Mandarina, Riviera Nayarit, México

El spa One&Only alberga una cabaña de sudoración tradicional maya. Rupert Peace
En las costas del Pacífico, entre la arquitectura ecológica que alza One&Only en su inigualable enclave de selva y playa, se ubica su spa de 27.000 pies cuadrados, diseñado en torno a una gran higuera. Al igual que el resto de las 105 villas independientes y casas en los árboles que componen el hotel, el spa, situado en un jardín de roca volcánica natural, va en consonancia con el el paisaje y está construido en arcilla, madera de cumarú y piedra locales.
Gran parte de su oferta se ha diseñado en honor a las tradiciones curativas de las culturas indígenas cora y huichol de la zona, incluida su especialidad: un temazcal tradicional. Esta cabaña de sudoración maya combina hierbas medicinales, calor, vapor e incienso de copal para estimular la expulsión de toxinas, sanar el cuerpo y purificar la mente.
El centro de bienestar es el primer destino del mundo que ofrece Reajustes Sensoriales con los cuidados de la línea orgánica de Tata Harper. El tratamiento Mystique Herbal Codex comienza con el sonido de unos cuencos cantores que equilibran la energía para abrir los chakras, seguido de una exfoliación de todo el cuerpo, un masaje y un tratamiento facial con los sueros y bálsamos totalmente naturales de Harper, elaborados artesanalmente en su granja orgánica certificada de Vermont. Celia Ellenberg
Vana Wellness Retreat, Dehradun, India

El indio Vana Wellness Retreat ha sido premiado por su enfoque sostenible. WANGFEIQU
El centro de bienestar Vana –cuyo nombre deriva de la palabra sánscrita van, bosque– se ubica en un huerto de lichis y mangos de más de ocho hectáreas en el norte de la India. Diseñado para desconectar desde que entramos por la puerta (los teléfonos no están permitidos en los espacios comunes), es imposible no rendirse a sus programas a medida con conciencia ecológica, que van desde estancias cortas hasta un mes. La idea es aprovechar la naturaleza para optimizar el bienestar: el yoga matutino en su Bodhi Tree Sacred Space es una experiencia trascendental, los tratamientos al aire libre son inspiradores –hay que probar el masaje abhyanga a cuatro manos– y sus medicinas ayurvédicas se elaboran localmente.
Ha recibido la certificación Leadership in Energy and Environmental Design Platinum por sus iniciativas ecológicas, como los materiales de construcción de origen responsable, el consumo de energía de bajo impacto, el reciclaje del agua de lluvia y la calefacción solar. La arquitectura moderna complementa la sabiduría ancestral que se transmite entre sus muros.
Six Senses Ibiza, Ibiza

Explore el lado más tranquilo de Ibiza, en Six Senses.
En el extremo norte de Ibiza, el Six Senses aparece como tallado en los acantilados costeros. Lujoso a la par que bohemio, la sostenibilidad y el bienestar son sus pilares. El spa –que cuenta con un gestor de sostenibilidad in situ (hay uno en cada complejo Six Senses)– se vale de las últimas tecnologías, integradas con el entorno, para alimentar su oferta de bienestar: sus casi 300 paneles solares compensan el 40% de las emisiones de carbono y su sistema de aire acondicionado y calefacción con energía geotérmica aporta el máximo confort. Están prohibidos los plásticos de un solo uso e incluye el espacio Earth Lab, donde se imparten talleres ecológicos: aprende a hacer tu propio jabón con ingredientes naturales o haz un recorrido de sostenibilidad por el complejo.
Los menús de los restaurantes, siempre de temporada, se rigen por el lema «del cultivo a la mesa» junto con una política de cero residuos. Además, el 0,5% de los ingresos del complejo se destina a su fondo de sostenibilidad, que ayuda a mantener las iniciativas ecológicas locales. Un refugio zen con extraordinarias vistas al mar que combina tratamientos holísticos basados en la alquimia con terapias de alta tecnología como la crioterapia y los goteos intravenosos: esto es bienestar moderno en su máxima expresión.
Bamford Spa en The Ritz-Carlton, Fari Islands, Maldivas

Bamford es un spa paradisíaco en un lugar paradisíaco. Christopher Cypert
No hay mayor lujo que instalarse en un banco de arena recuperado en las Maldivas para disfrutar de unos días de descanso absoluto. Visita este refugio en medio del océano y aprende a conectar con la vida acuática. Gracias a un proceso patentado de purificación del agua, se bebe en botellas de vidrio reutilizables para evitar que los microplásticos se viertan al ecosistema, y todas las aguas residuales se vuelven a filtrar para regar la vegetación de la isla. El programa Ambassadors for the Environment fue idea de Jean-Michel Cousteau, oceanógrafo y ecologista que lleva toda la vida divulgando la protección de la fauna marina.
La joya de la corona del complejo es el Bamford Spa, un refugio paradisíaco suspendido sobre el agua que es fruto de su asociación con la marca homónima de Carole Bamford, pionera de la cosmética ecológica. Equipado con los productos orgánicos de Bamford, la oferta de tratamientos es una mezcla de experiencias con el sello de identidad de Bamford (potentes masajes, por ejemplo, combinados con cuencos de sonido y cristales terapéuticos) y rituales tradicionales de las Maldivas con productos elaborados con ingredientes locales. No hay que perderse el Bamboo Massage (un masaje de presión con palos de bambú templados) y el Bamford After Dive Ritual.
The Edge Spa, en The Lodge at Blue Sky, Park City, Utah

The Lodge at Blue Sky se halla en un entorno espectacular.
Cuando los promotores Barbara y Mike Phillips abrieron The Lodge en su rancho privado en 2019, la sostenibilidad fue el principio que rigió en toda la magnífica propiedad, que se extiende a lo largo de la cordillera Wasatch. Las Earth Suites –22 habitaciones de lujo, construidas en la ladera– fueron adoquinadas con piedra caliza y cedro local y el hotel cuentan con una purificadora de aguas residuales que las devuelve a la tierra.
Cuando te canses de hacer heliesquí o de montar a caballo, puedes apuntarte a una clase de agricultura en la granja ecológica del hotel, cuyos huevos, hierbas, miel y otros productos naturales abastecen tanto el restaurante del hotel como los tratamientos de su spa Edge. El spa, llamado así por su elevada posición, se sirve de ingredientes locales (un baño de pies con sales del Gran Lago Salado, salvia silvestre y whisky, que se elabora en pequeños lotes en la destilería High West del hotel) así como de los cuidados de la piel de la marca alemana Amala (asociada recientemente), que llevan su compromiso ecológico un paso más allá: los tratamientos faciales y corporales de Amala, producidos en unas instalaciones que compensan con huella de carbono neutra, aprovechan el poder de hasta 25.000 plantas medicinales que participan de la filosofía del spa: «de la flor a la botella».
Christopher Cypert