Cómo llevarlo a la práctica

Muchos de nosotros ya conocemos de qué se trata el Mindfulness en la vida diaria. 

Esta práctica nos conecta con el aquí y ahora, nos hace prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. 

¿Pero cómo podemos integrar el mindfulness a nuestra alimentación?

El mindful eating nos enseña cómo disfrutar la comida de forma consciente y sin remordimientos. Su secreto: se centra en comer cuando aparece el hambre real y nos ayuda a no utilizar los alimentos como una anestesia emocional.

Consiste en un proceso para aprender una nueva dinámica con la comida, sin dietas. Una manera de relacionarse en forma sana con la alimentación. Es llevar la atención plena a nuestra nutrición y engloba qué escoger, cómo cocinar y comer los alimentos.

La comida simboliza sustento, placer, salud y nos recuerda nuestra interdependencia con los reinos animal, vegetal y mineral. Detenernos a pensar en lo que comemos es un acto de valoración y elección consciente. Esta práctica nos ayuda a autorregularnos ya que las señales internas guían nuestras conductas.

Estos consejos, te ayudarán a practicar la alimentación consciente:

Cuando tengas apetito, tómate unos instantes para cerrar los ojos, hacer un par de respiraciones profundas y preguntarte: Hace cuánto comí algo, es apetito o tengo hambre de algún alimento específico. Qué me despertó el apetito, es porque llegó la hora de comer, lo generó algo que me pasó? O cómo por aburrimiento ?, 

Masticar conscientemente es una de las herramientas que nuestro cerebro puede utilizar para balancear  porciones de comida que necesitamos…

  • Mirá los colores, formas, texturas y luego concentráte con los ojos cerrados en sentir qué aroma tiene el alimento 
  • El tamaño del bocado debe ser pequeño 
  • Masticar cada bocado como mínimo 20 veces
  • El estómago se va llenando, y recién a los 15 o 20 min le empieza a mandar señales al cerebro que ya te estás saciando
  • Masticar hasta que el alimento esté completamente blando 
  • Tragá y sentí el gusto que aparece después (el retrogusto)
  • Entre bocado y bocado, hacer una pausa, por ej dejar los cubiertos al costado del plato
  • Sentarse derecho en la parte de atrás del asiento y comer relajado
  • En lo posible no comas, mirando pantallas, TV, celular, etc. El momento de la comida es un momento para estar relajado


Es una práctica orientada a tomar acción con tu cuidado y tu salud

Lic. en Nutrición 

Marcela Repetti 

MN 1577 

@saludnutriar